Fallas de interior
Las fallas en Valencia, no sólo son los monumentos hechos tradicionalmente de cartón que se queman el día de San José, coincidiendo con la entrada de la primavera. También son unas antorchas de fuego hechas de esportines, que se hacen rodar, haciendo círculos de luz, en la romería de la Nit de les Fogueretes de Agullent. Una denominación que según los entendidos, proviene de época medieval.
Los esportines son unos círculos planos de esparto, con una apertura central, que en las almazaras tradicionales se empleaban durante la prensa de las aceitunas. Se apilaban unos encima de otros, con pasta de olivas aplastadas enmedio, y la presión de la prensa hacía que se extrajera el jugo de la oliva.
La costumbre de utilizar los esportines en la Nit de les Fogueretes tiene una base sencilla, y es que estas piezas de esparto están impregnadas de aceite, que hace reavivar el fuego.
Del esportin, se cortan diversas piezas, que después se cosen por los bordes con una aguja saquera, con diferentes tipos de cordeles de materias naturales pero resistentes. El resultado es un arco de esparto. En el extremo de cada lado del semicírculo se liga la punta de un cordel, que se utiliza para hacer rodar la falla. Al prender el fuego, y en contacto con el aire, al hacer rodar la falla se dibujan círculos de luz.
Las fallas de Agullent no son las únicas del interior de las tierras de la antigua corona de Aragón. En los Pirineos aragoneses, catalanes y en Andorra perviven ritos ligados al ciclos horarios y solares, también protagonizados por fallas. Si bien las fallas pirenaiques, cada una con su particularidad, están hechos con los materiales propios de estos lugares, la madera de diferentes tipos de árboles.
Los cambios técnicos en las almazaras sustituyeron los esportines de esparto por otros sintéticos. Este hecho, sumado al aumento de las exigencias en normativa contra incendios que prohibían subir a la ermita de Sant Vicent Ferrer con fallas, hicieron que en los años noventa fuera menguando la tradición local de hacer rodar la falla. Desde hace unos años se está recuperando de nuevo gracias al impulso de los Festeros del Cristo y del ayuntamiento.
